martes, 27 de noviembre de 2007

Suciedad anónima

Toneladas de bolsas de basura que se acumulan por las calles más gastadas de esta ciudad oscura. Suciedad anónima, que apesta cada rincón, que no deja respirar. Olores sin dueño esparcidos por ramblas y avenidas. Y frunce el ceño, y se tapa la nariz, buscando entre montañas de desechos aquella foto en blanco y negro, con fecha y dedicatoria: "Si el pulso del mundo deja de latir, quiero que me recuerdes así: sonriente y a tu lado. 4 de septiembre de 2004".

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