lunes, 21 de febrero de 2011

Catarsis

En días como hoy me gustaría tener valor; salir a la calle y cantar bajo la lluvia, dejar que cada gota se pose en mí, que encuentre el hueco por donde colarse, llegando hasta lo más profundo. Despojarme de todo lo que me sobra y rendirme ante la tormenta. Fingir que nada importa y convertirme en ti por un momento, desafiando al frío. Que toda la lluvia de este mundo me atrape, me vista, me moje, me sacie; que mis lágrimas se confundan con los charcos que piso al andar y que tu rostro se desdibuje con cada trueno que se oye a lo lejos. Romper con todas las normas establecidas y tumbarme en ese prado verde de asfalto. Pararme en mitad de una avenida plagada de gente que se esconde bajo sus paraguas de colores y romper mi silencio en mil pedazos, convirtiéndolo en un rompecabezas imposible de recomponer. Ver mi reflejo en un escaparate, mi cuerpo desnudo saciado de lluvia. Cerrar los ojos y respirar profundamente, sintiendo que cada bocanada de aire llena mis pulmones de un oxígeno puro, limpio, renovado; como tu mirada.

Catarsis, lo llaman algunos.