martes, 19 de enero de 2010

Entre frases hechas y refranes mil veces usados

"No es oro todo lo que reluce, ni toda la gente errante anda perdida". En estos versos de un poema que escribió Biblo en El Señor de los Anillos, poema que habla sobre Aragorn, iba pensando la otra tarde mientras paseaba por las ramblas de mi pueblo. Y me veía a mí misma, errante y perdida. Porque pese a que todos los caminos llevan a Roma, hay veces en las que ni el mapa más completo del mundo, ni la brújula más perfecta, ni el más experto de los guías, conseguiría llevarte por el camino correcto. Y sigues deambulando, sin rumbo fijo, deseando que aparezca una señal caída del cielo, que guíe tus pasos, que te lleve a aquél lugar donde te sientes seguro. Y en mitad de todo el caos, de todas las encrucijadas de este mundo, de todos los caminos andados y deshechos, de todos los mapas y las brújulas, de toda la gente errante (la que anda perdida y la que sabe exactamente hacia donde va), una frase, extraída de una conversación de una de las series más de moda, se cuela entre mis pensamientos "tus brazos son el mejor lugar del mundo". Y es ahí, inevitablemente, como todo lo importante que sucede en esta vida, donde me doy cuenta de que sí, todavía te echo de menos.