Conversaciones pendientes que penden de un hilo. Y cuelgan, y se balancean en el aire, al compás de la brisa que sopla mi memoria. Conceptos distorsionados mezclados con filosofía barata, de esa que se enreda entre nuestras lenguas en las noches de cristales empañados, de sombras acechantes, de calor en la entrepierna y frío tras la ventana. Frases flexibles como contorsionista, miradas que se cruzan en el punto de origen, motores que queman cuando nos sorprende el día. Y mil besos fugaces, entregados con la urgencia de unos labios oxidados.
P.D. Porque siempre, y pese a todo, me sirves (o te utilizo) como inspiración. Así que... un gracias de esos que tanto te gusta dar a ti.
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2 comentarios:
De alguna manera, de algun modo, escribes sobre mi vida. Y sobre esto que escribes y describes, perfecto y sublime, añado con rabia silenciosa un corolario de estar por casa, reflejo fiel de lo que mi corazón siente demasiado dentro.
Tanto que peligra que raje la superficie y desparrame mis entrañas por encima del teclado:
"Y una muesca más en la cabecera de la cama que indique que de nuevo me callé la mitad de cosas que debiera haber dicho y que dije demasiado pronto cosas que no debiera haber dicho.
Y con algo de suerte, encontrar bajo la colcha una de las llaves, ni que sea la del trastero, y que al abrirlo encuentre aquél manuscrito, lleno de polvo y restos secos de lágrimas encarnadas, en el que se explica el porqué existen los antes y los después cuando quisiera que en mi vida no existieran los puntos de inflexión."
Odio la inspiración nacida de La Tristeza.
El "lo que leo" incluía algún blog más que, por azares del destino, fue borrado por la persona que lo llevaba..
Iré actualizandolo según encuentre más blogs de visita obligada.
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